domingo, 14 de octubre de 2012


11 de Octubre

Centro Niemeyer Sala Club

MANITOBA
( the dictators )


Caracter, si no otra, fue la clave del espacio que ocuparon sus vibraciones ... Su manera para tomar cada canción, como la última, y la primera, fue lo que dio una fuerza que arrastraba hacia cierto desenfado y buen divertir que trasmiten ya ha estas alturas de sus calendarios. Una buena retahíla de clásicos a los que el publico supo responder con energicos y concretos coros, D.F.F.D. y Bloodbrother fueron algunos de los álbumes repasados. Las constantes salidas del cantante desde escenario hacia el publico de las primeras filas con los que cantaba ... brazos al aire ... Ross, cantante, dicta mientras JP, guitarrista, se adueña del dibujo eléctrico, Daniel, baterista, persigue el charles mientras lo detiene con el pié, Daniel,  guitarra, da la grandeza de una atmósfera poderosa y grandiosa además de los alargados ritmos de las canciones, mientras que al bajista Dean Rispler, pese a entrega, no era posible escucharle ...

La sala club parece poder dar buen recaudo a sesiones como estas, alta presión y densidad. Es sorprendente por su forma que consiga una respuesta como la que demuestra, a pesar de que no todo ayuda a soportar el volumen al que nos dan por costumbre. Volumen y potencia no bien repartida, con un peso insanamente exagerado en guitarras, falta de profundidad y de pegada en el bombo, subrayando casi la ausencia del sonido del bajo.

El concierto fue divertido hasta el rincón mas oscuro de la garganta, un pequeño descanso para volver rápidamente al ataque por vivir ...

BENA