sábado, 12 de enero de 2008

Xana : The big opportunity


Parece ser que ACCIÓN y su proyecto de Grid XANA ha despertado el interés del gigante azul IBM, aunque sólo sea para reseñar este artículo de opinión donde se nos menciona, nos hace ilusión saber que semejante monstruo nos siga los pasos.

La gran oportunidad / The big opportunity


Cuando las empresas desarrollan la capacidad de detectar las tendencias, pueden intuir las oportunidades de negocio que el futuro les depara y si son lo suficientemente flexibles y rápidas podrán adaptarse a esos nuevos escenarios. Los escenarios de futuro no son como las premoniciones cabalísticas, o las lecturas del tarot de Marsella, no dependen de extraños signos escritos en las mollejas de los corderos. Los escenarios de futuro se pueden deducir por las innovaciones tecnológicas, por los planes de desarrollo, por el crecimiento económico y por la capacidad de los gobiernos de fomentar la creación de sociedades del conocimiento en las ciudades de un territorio determinado. Las tendencias cuando son bien detectadas y anticipadas pueden aprovecharse. Los surfistas saben mucho de anticiparse a las olas y de cómo aprovechar su enorme fuerza impulsora para que los ayude a navegar. Si logramos subirnos a la cresta de una de ellas, la ola nos puede llevar a la orilla. Según Alvin Toffler, las tendencias que marcan nuevos ciclos económicos, tienen consecuencias que afectan todos los ámbitos de la sociedad y señalan oportunidades de negocio; a quien sepa aprovecharlas. Para él son como olas que golpean nuestras playas. Este autor en la década de los noventas se hizo muy popular por su libro titulado La tercera ola, donde anunciaba un nuevo bom económico protagonizado por el sector de los servicios. La tercera ola desbancaría al sector primario, dedicado a la explotación de los recursos naturales, e incluso superaría en volumen de negocio a la segunda ola que encabezó la revolución industrial. Parece que Toffler tuvo razón entonces. Pero después vinieron más olas, probablemente la siguiente, la cuarta si seguimos la nomenclatura secuencial de Toffler, fue la que nos trajo la informática. Si bien es cierto que esta se haya dentro del sector servicios,, según el modo de ver de los economistas clásicos, creo que la informática ha aportado tantos elementos de innovación y transformación social que se merece el protagonismo de una ola diferente. Con ella surgieron empresas de la nada para ocupar las más altas posiciones en la constelación de los grandes consorcios como Microsoft e Intel, e incluso la poderosa IBM, que antes de esta ola tecnológica, sólo era un fabricante más de humildes máquinas de escribir. La cuarta ola representó una revolución tecnológica para las telecomunicaciones y las empresas del sector, gracias a Internet, vieron crecer sus cifras de negocio de forma exponencial.

Probablemente vendrá una quinta ola y como mencionamos en nuestro anterior artículo “El poder de lo pequeño”, el protagonismo de esta nueva tendencia tenga como líder a la nanotecnología.

En Asturias no teníamos muchas pitonisas, augures y futurólogos, por lo que el mañana nos solía sorprender mirando para otro sitio. Pero últimamente hemos aprendido bastante y se está rompiendo esta tendencia inercial, la de no querer aceptar los cambios y meter la cabeza debajo de los tapines, en la posición clásica del avestruz. Tal parece que los asturianos estamos aprendiendo a aprovechar las oportunidades.

Los cambios que trajo la incorporación de España en la comunidad europea, en Asturias tuvieron un hondo impacto en nuestra sociedad y en nuestra economía. La reconversión industrial las cuotas lácteas y el plan del carbón nos obligaron a cambiar, a prever, a innovar, a experimentar en otras áreas de desarrollo y a explorar nuevos recursos y sectores. Las nuevas generaciones de empresarios astures empiezan a abandonar los sectores tradicionales, la ganadería, la minería y la construcción, para incursionar en otros ámbitos económicos más prometedores como es el de las TIC, tecnologías de la información y la comunicación. Pero para que llegara todo esto, antes hubo un trabajo político que aplicó fondos, recursos y presupuestos, para construir las bases de una nueva infraestructura capaz de soportar en Asturias la nueva ola de las TIC. Las telecomunicaciones y la información tienen en Internet y en la fibra óptica dos importantes aliados, que dada una geografía como la nuestra, accidentada y agreste, posibilitan que zonas como las cuencas mineras asturianas puedan tener los mismos servicios de telecomunicación y acceso a Internet igual o superior que el de las grandes capitales europeas. Ya la semana pasada hablamos del proyecto de llevar la fibra óptica hasta el hogar de miles de asturianos que viven zonas rurales y urbanas de las cuencas mineras y de Llanes, que instrumentó la viceconsejería de Modernización y Recursos Humanos. La red pública de fibra óptica, como ya comentamos en el anterior artículo “El paso siguiente” permite velocidades de acceso a Internet de 100 Mbit/s. Desde occidente al oriente de Asturias miles de hogares, empresas, organismos e instituciones se beneficiaran de una autopista de alta velocidad que pocas ciudades de Europa pueden disfrutar. Pero tener una gran autopista de alta velocidad, sin tener un coche veloz y capaz de ir a esas velocidades, sería algo lamentable, una infraestructura desaprovechada. Por eso necesitamos que el tejido social, los ciudadanos y los empresarios conozcan las posibilidades de la red de fibra óptica, para que empiecen a diseñar esquemas de negocio y de ocio y la aprovechen.

Aprovechar una oportunidad así, es ante todo un ejercicio de creatividad empresarial, porque implica dar rienda suelta a todas las posibilidades imaginativas, que nos puede ofrecer este nuevo escenario.

Gracias a la red pública de fibra óptica, las empresas podrán descubrir una Asturias diferente, una región que lejos de estar atrapada en el atraso tecnológico, cuenta con una red de telecomunicaciones de vanguardia, una infraestructura de alta velocidad capaz de transportar datos, imágenes, sonidos y de dar respuesta a las necesidades más exigentes de telecomunicaciones. Asturias ahora se puede posicionar como un destino interesante para aquellas empresas que buscan alta velocidad en la navegación por Internet y una red capaz de manejar grandes volúmenes de transferencia. Qué tipo de empresas se pueden beneficiar de esta maravilla tecnológica, la respuesta es sencilla todas. Desde la PYMES a los grandes grupos empresariales pueden aprovechar esta oportunidad, desde las asociaciones, los ayuntamientos y los sindicatos. Una de las primeras empresas en apostó por instalarse en una de estas zonas privilegiadas por la red pública de fibra óptica del principado fue precisamente el IECI. El IECI, Informática El Corte Inglés, es una de las empresas de este importante grupo con presencia internacional y que desde su fundación estuvo vinculado familiar y emocionalmente con Asturias.

El IECI optó por abrir su centro de desarrollo de software en Blimea, entre otras razones para aprovechar el enorme potencial de la red pública asturiana de fibra óptica. Pero las posibilidades de esta red, no se limitan a las grandes empresas. Emprendedores y profesionales de las zonas, que antes no veían opciones de trabajo y de desarrollo tecnológico, podrán poner en práctica sus ideas de negocio gracias a esta plataforma. Sabemos que la asociación cultural de participación ciudadana ACCION, Amigos del Centro Cultural Internacional Oscar Niemeyer, está haciendo alianzas y gestiones con diferentes colectivos y profesionales de las zonas de las cuencas, para lanzar durante este año 2008 que comienza en unos días, la primera grid asturiana especializada en tratamiento de imagen y que se llamará XANA. Lo harán en colaboración con varios organismos y empresas. El poder de cálculo de XANA, dependerá de la participación social de los asturianos en el proyecto, pero su poder se podrá multiplicar exponencialmente gracias a la gran velocidad de las arterias de la red pública de fibra óptica de Asturias, una gran oportunidad que debemos aprovechar.

Manuel Viola


El día 21 y 22 estará por Avilés y Pravia el galerista, Fernando Fernán-Gómez hijo, amigo personal y de nuestra asociación para ultimar los detalles de una exposición individual y retrospectiva sobre Manuel Viola. Hemos invitado a Fernando en repetidas ocasiones para hacer una gran exposición de Manuel Viola en Avilés y parece que por fin se va a hacer, al menos eso esperamos. Para l@s que no conozcan a Manuel Viola, uno de los pintores más detacado de la vanguardia española y miembro del grupo El Paso, pueden leer el archivo que adjunto con una pequeña reseña biográfica.

Esta es la segunda vez que en Asturias se podrá ver una gran exposición individual de Manuel Viola, un pintor comprometido con su tiempo, defensor de la democracia y la libertad en los peores tiempos de la dictadura. Este esfuerzo nos ha llevado varios años, durante los cuáles hemos negociado con Ramón Rodríguez y con el concejal de cultura Román Álvarez, para que se realice la exposición en el espacio del CMAE.
Esta exposición, que sin duda tendrá un gran impacto en el panorama artístico de Asturias, se logró en parte gracias a la generosidad de Fernando y en parte a nuestros esfuerzos como asociación cultural.

***


MANUEL VIOLA, EL CICLÓN DEL ARTE
Manuel Viola (Zaragoza, 1916- Madrid, 1987) es uno de los grandes pintores aragoneses del siglo XX. Alcanzó una inicial notoriedad en París, en la inmediata posguerra, donde frecuentó a Hans Hartung, a Francis Picabia, André Breton, Benjamin Péret o Pablo Picasso, y conquistó una proyección internacional incuestionable en la década de los 60. Su fama, acompañada de éxitos, era tan nítida que mantuvo hasta cinco estudios abiertos en Ríos Rosa y El Escorial, donde murió en 1987, en Ginebra, en París y en Bruselas, ciudad en la cual residió ocho meses y desde donde hizo la escenografía para el espectáculo flamenco de Zambra.

Pero, además, fue poeta -dijo una vez: “Soy un poeta fracasado. Esto de convertirme en pintor ha sido un accidente”-, escenógrafo, teórico, un conversador infatigable, un buen bebedor, actor de televisión y, sobre todo, un personaje con sus tics teatrales, envuelto en un río desbordado de anécdotas y peripecias. En una de ellas, recogida por Jaime Esaín en la revista “Artes Plásticas”, en un especial dedicado a Aragón en 1979, se cuenta “el famoso trueque con Luis Miguel Dominguín de un cuadro por un Cadillac, que luego regaló, como vivienda, a una familia calé”. De ahí que también fuese conocido como “el pintor gitano”, de leonada melena al viento y voz rota. Escribió un cronista madrileño: “Su voz es un caos, un estropicio de fonética”.

Las fotos que conservaba Carlos Bartolomé (durante algún tiempo, galerista de su obra en cerámica) y que le cedió en un archivo de cartón a Pepe Cerdá, reflejan claramente su personalidad: apasionado ante el cuadro, vehemente, vital. Un puro torbellino de vida y de creación. En ese archivo “Kanguros” hay catálogos, tarjetas de inauguración de exposiciones, reproducción de revistas, recortes de prensas, artículos de fondo y varias entrevistas, entre ellas una muy jugosa de Fernando Huici en 1979, centrada en su relación con Francis Picabia (de quien se conmemoraba el centenario de su nacimiento) en los años de París.

Además de recordar que le gustaban sus paellas, señala el aragonés: “Una vez que llovía copiosamente estábamos observando unas estatuas rococó. Entonces me dijo: ‘Imagina que esas estatuas fueran de jabón. ¡Qué bella obra tendríamos ahora!’. Otra vez me dijo que la mejor colección de pintores estaría formada por aquellos que, durante la noche, pintaran magníficos cuadros en la suela de sus zapatos y, al día siguiente, se pasearan con ellos puestos en el Louvre”.
Nació Viola en una casa que estaba a orillas del Ebro, puerta con puerta casi con la Posada Salinas y muy cerca del amarre de la legendaria barca del Tío Toni. Se levantaba por la mañana y lo primero que veía era el Pilar, con su mole y sus torres desmayadas en la corriente del río. Se bautizó, como Manuel Alvar, en San Pablo, y pronto partió a la ciudad de su padre, Lérida. Allí, mientras estudiaba Bachillerato, convivía con sus tías y regresaba a Zaragoza en el verano.

Se inició en las artes como poeta. En la revista “Art” -que fundó con Gracia Llimona, Leandro Cristófol y Crous Vidal- desarrolló su aprendizaje de escritor: igual redactaba poemas, que aparecían al lado de otros de Lorca, Alberti, Paul Eluard o Cocteau, que escribía de música y de artes plásticas con notable erudición, e incluso firmaba -como José Viola a secas- unas “Notas” que eran como un decálogo de sus sueños o sus percepciones de la poesía. Por ejemplo, decía: “La poesía pura es el procedimiento de dar luz a los espíritus”. O, más genéricamente, observaba: “Mostrar los tejidos internos del alma, es el objetivo final del arte”. Ya se sentía surrealista (“El surrealismo es a la vez nueva noción de la poesía y un método nuevo de conocimiento”, anotó), y con ese impulso llegaría a Barcelona para cursar Filosofía y Letras y adscribirse al grupo barcelonés ADLAN.

En ésas andaba cuando estalló la Guerra Civil española. Manuel Viola se inclinó desde el principio por el bando republicano, se afilió como voluntario en el POUM y combatió en el frente de Aragón, en Mallorca y en la batalla del Ebro. Luego, derrotado el ejército constitucional, se marchó a Francia e ingresó en la Legión Extranjera. Estuvo en un campo de concentración y vivió todo tipo de aventuras y peligros.

En 1941, cuando ya había conocido a algunas de las figuras básicas de la cultura contemporánea en París, se trasladó a Normandía y allí inició su carrera de pintor. Había hecho algunos dibujos anteriormente, pero en medio del combate compaginó el arte y la literatura, y acabaría convirtiéndose en “Manuel” a secas, colaborador asiduo de “La main à plume”, que dirigía Eluard. Participa, más como testigo que como combatiente, en el desembarco de Normandía en 1944 y luego se las tuvo que ingeniar para sobrevivir en París. Ensancha el núcleo de sus amistades: Wols, Pierre Soulages, Schneider, y se suma claramente a la corriente del arte abstracto.

Realiza múltiples exposiciones. Dice Esaín: “Son los tiempos en que Dora Maar, la compañera de Picasso, le da 2.000 pesetas en francos para que sobreviva. Dormía entonces Viola en una pensión con un negro zulú”. Inspira la novela de César González-Ruano, “Manuel de Montparnasse”, y se enamora de Lorenza Iche, con la que se casaría y tendría una hija.
Más tarde, estableció otra relación con María Asunción Arroyo. Participa en la colectiva “Españoles de la Escuela de París” y cosecha grel día 21 y 22 estará por Avilés y Pravia el galerista, Fernando Fernán-Gómez hijo, amigo personal y de nuestra asociación para ultimar los detalles de una exposición individual y retrospectiva sobre Manuel Viola.
Hemos invitado a Fernando en repetidas ocasiones para hacer una gran exposición de Manuel Viola en Avilés y parece que por fin se va a hacer, al menos eso esperamos. Para l@s que no conozcan a Manuel Viola, uno de los pintores más detacado de la vanguardia española y miembro del grupo El Paso, pueden leer el archivo que adjunto con una pequeña reseña biográfica.

Esta es la primera vez que en Asturias se puede ver una gran exposición individual de Manuel Viola, un pintor comprometido con su tiempo, defensor de la democracia y la libertad en los peores tiempos de la dictadura. Este esfuerzo nos ha llevado varios años, durante los cuáles hemos negociado con Ramón Rodríguez para que se realice la exposición en el espacio del CMAE.
Esta exposición, que sin duda tendrá un gran impacto en el panorama artístico de Asturias, se logró en parte gracias a la generosidad de Fernando y en parte a nuestros esfuerzos como asociación cultural.

andes elogios. Hacia 1949 regresa a España, en concreto a Zaragoza. Pronto fijaría su residencia en Torremolinos y más tarde en El Escorial. En 1957 realiza un cuadro expresionista e informalista casi legendario como “La saeta”, que ha hecho correr ríos de tinta. Y en 1958, se adscribe al grupo “El Paso”, en el que están otros dos aragoneses como Antonio Saura, uno de sus principales teóricos, y Pablo Serrano, que participó en la fundación pero luego siguió su camino en solitario junto a su delicada musa y esposa alicantina, Juana Francés.

A partir de entonces, este artista -que dijo una y mil veces: “En pintura nadie es hijo de padre desconocido” y que reivindicó la genialidad de Goya como motivo constante de referencia y de inspiración-, empezó a desarrollar su gran obra expresionista, de acusado sentido del color y de una rotunda “condensación de tensiones”, como señaló Carlos Areán. Una pintura apasionada y gestual, casi violenta, de una poderosa energía de ciclón en llamas, de una exaltación permanente de la vida y sus afueras.

En 1972, tras haber expuesto en medio mundo, desde Oslo a Nueva York, desde Venecia a Sao Paulo, fue objeto de una muestra antológica en el palacio de la Lonja de Zaragoza, que presentó con auténtico fervor José Camón Aznar. Aldo Pellegrini decía en el prólogo: “Es indudable que, para Viola, lo poético es guía y factor provocador de su obra. (…) Entre esas luces y sombras, colisiones y estallidos, Viola nos ofrece el gran espacio ideal para recorrer la libertad”. En 1989, el palacio de Sástago, con Cristina Giménez como comisaria, acogió una antología póstuma del artista. En 1980, con Pablo Serrano, había recibido la medalla de Oro de Zaragoza.

Una frase de Robert Motherwell compendia una parte de su pensamiento de pintor de acción que había escandalizado a la burguesía española: “Sin conciencia ética, un pintor es sólo un decorador”. Y también se retrató así: “El arte es una bella mentira. Aunque todo el mundo puede inventar su mentira. Y yo, como todo buen artista, puedo inventar la mía. ¿Mis influencias? La atmósfera de este país, la influencia básica de los cuadros negros de Goya y el aire de París”.

Domno

Omar Fernandez. AVILES. El próximo martes día 15 de enero a las 7:30 p.m. en el salón de actos del Palacio de Valdecarzana e presentará la edición en español del cómic Domno realizado por el dibujante asturiano Javier Antonio Marinas y prologado por el historiador Javier Fernández Conde. Cuyas palabras reproduzco aquí.

"Javier Antonio Marinas conoce bien la historia, la problemática y las distintas interpretaciones de la vida y de la obra de Gonzalo Peláez. Ha leído lo que hay que leer. Se sabe de memoria los datos, los acontecimientos, los personajes, las fechas y hasta la literatura cronístico-documental. Crea el ambiente socio-cultural propicio para que los los personajes historiados puedan moverse más allá de los textos escritos, en un paisaje verosímil y coherente con su época. Y lo hace con rapidez, como si tuviera prisa por llegar al desenlace de su historia.

Pero no ha querido cansarnos con un aburrido acopio de datos se ha limitado nada más, y nada menos, a aventurar su interpretación al hilo de una narración creativa y poética, en la que se muestra enamorado de Asturias, de sus héroes, de su cultura y sus cosas. A mí en particular me halaga que esté en sintonía con las interpretaciones que hasta ahora hemos formulado.La obra de Marinas García se inscribe dentro de otras que le han precedido alguna de las cuales también he tenido el placer de prologar, finalmente no quería dejar de resaltar la singularidad estilística de la "iconografía popular" de Marinas. Cada artista, como cada escritor, tiene su propio estilo.

Nuestro "iconólogo" también se distancia oportunamente para observar y describir, pero su estilo de dibujante es vigoroso, si quiere, más recio y en cierto modo más cargado de dramatismo, en perfecta consonancia con el duro drama histórico que se reproduce y recrea"

Sestao restaura su Horno Alto como centro de interpretación





Fuente: Monsacro.net y DEIA. Sestao inicia la restauración de su horno algo habilitando un elevador panorámico sobre la margen izquierda del Nervión que permita contemplar el espacio ocupado por las hoy desmanteladas siderurgicas. En las instalaciones del horno se habilitará , asimismo, un centro de intepretación sobre la siderurgia y el funcionamiento de un horno alto, suponemos que siguiendo el ejemplo de Parque Fundidora en México y otros destacados museos siderurgicos, como Zollverein en Alemánia.






Buen ejemplo para Aviles, que aún puede rehabilitar destacados edificios de su pasado siderurgico, como las naves de laminación en caliente y otros.