domingo, 2 de diciembre de 2007

El Bosque Sonoro

“El espacio solo existe gracias al sonido”
Jio Shimizu










  • Ver aquí colección de fotografías del proyecto y alegorías utilizadas




    Sinopsis

    El Bosque Sonoro pretende ser una intervención cultural, a medias entre la arquitectura y la escultura. El lugar escogido está en las inmediaciones de la playa de San Juan (Castrillón) frente al mar Cantábrico. Es una plataforma donde se realizaron obras de relleno con escombros industriales. Es un espacio público perteneciente a la Demarcación de Costas fuera de uso y sin utilidad. Nuestra propuesta es convertirlo en un audiorama, convertirlo en una plaza pública, donde poder escuchar concierto y archivos sonoros.









La arquitectura espacial del lugar la integrarán 244 tuberías de acero, formadas en siete círculos concéntricos, inspirado en los antiguos monumentos megalíticos europeos. Las tuberías de acero corten están biseladas en su parte superior, para reflejar la luz solar cambiante, desde su aparición hasta su ocaso, cada una contará con un altavoz y un pequeño led. En el centro, bajo una bóveda, está representado el eje del mundo, el Axis Mundi, donde se cruzan los radios de los siete círculos y los cuatro puntos cardinales.

Este ordenado bosque de columnas estará dotado de un sistema de altavoces controlados por un programa a través de Internet, para gestionar los archivos de sonidos que demanden los visitantes. El espacio pretende crear ambientes sonoros y musicales en torno a las personas, que se sentirás sumergidas en una atmósfera acústica. La comunicación se hará de forma inalámbrica vía SMS que explicarán a los visitantes en su idioma, los menús con contenidos sonoros con sus códigos correspondientes. A través del envío de un SMS se podrá interactuar con el programa y elegir la música que se desee escuchar. Entre la amplia gama de opciones que se podrán elegir habrá temas compuestos o interpretados por los galardonados con el Premio Príncipe de Asturias a las artes, o de compositores e intérpretes asturianos de todas las épocas, así como los múltiples sonidos del mar (delfines, ballenas, gaviotas, cormoranes, vientos, oleaje, tormentas) También se contará con una programación gratuita de recitales y conciertos patrocinados y subvencionados.





¿Qué hay en lo más profundo de un
bosque sonoro?

Antecedentes
La civilización más antigua de Europa

Los arqueólogos han descubierto, gracias a la fotografía aérea, la civilización más vieja de Europa, 2.000 años más vieja que Stonehenge y que las pirámides de Egipto. Se trata de un conjunto de más de 150 monumentos de enormes dimensiones situados bajo los campos agrícolas de Alemania del Este, Austria y Eslovaquia. Son una gran red de templos circulares construidos a base de tierra y madera, con un sistema de terraplenes y palizadas que llegaban a alcanzar un diámetro de 800 m.





El más complejo de todos los templos excavados hasta ahora, es un monumento localizado dentro de la ciudad de Dresde, se compone de un espacio interno, al parecer dedicado a algún fin religioso, rodeado por dos círculos de empalizadas de troncos de madera, tres bancos de tierra y cuatro zanjas también circulares. Estos monumentos radiales, parecen ser un fenómeno asociado al establecimiento inicial de las culturas agrícolas en el centro del continente, y que desaparece después de un período relativamente breve, de apenas doscientos años, hasta que vuelven a encontrarse a finales del neolítico medio, ya construidos enteramente en piedra y conocidos con el nombre de crómlech, o círculos de piedra.



Estos vestigios megalíticos fueron muy comunes en Gran Bretaña, Irlanda, norte de Francia, así como por Dinamarca, Suecia y España en donde contamos con numerosos ejemplos en el País Vasco y en la zona occidental del Pirineo.





Este hallazgo ha revolucionado el estudio de la prehistoria europea ya que se consideran parte de la civilización más antigua hasta la fecha conocida, situada entre 4800-4600 AC , aunque aún no se le otorgado un nombre concreto.



Estos vestigios de civilizaciones inconexas, que coinciden en las mismas formas constructivas, con diferentes funciones y semióticas desconocidas, representan un reto para los expertos

La mitología atribuía su construcción a gigantes y hoy día se sigue desconociendo su significación, aunque hay numerosas teorías basadas en relaciones astronómicas y cronológicas que les suponen ante todo un sentido espiritual. El hecho es, que ignoramos a ciencia cierta, por qué durante siglos se han construido estos enormes monumentos circulares, primero trazados con palizadas de madera y luego con piedra, repitiendo en la mayoría de los casos un esquema de siete círculos.






Círculos concéntricos y la constante presencia del número siete parecen ser algunas de las pocas realidades probadas, pero ambas forman parte del patrimonio arqueológico y cultural de Europa.

Introducción

Al enfrentar la carencia de una territorialidad pública suficiente y apropiada, para albergar la gran oferta de propuestas creativas de equipamientos e instalaciones, aunada a la gran demanda social de espacios de ocio y cultura abiertos, hemos optado por la apropiación de territorios contaminados, deteriorados, inhóspitos, industriales, portuarios o incluso marginales.








Entendemos por apropiación, no a la invasión ilegal de un terreno, sino a la apropiación simbólica de ese territorio, que actualmente no tiene uso y beneficio comunitario, para darle una nueva utilidad cultural y social, a través de la colaboración de las autoridades responsables, y modificar las cargas utilitarias del espacio para dotarlo de nuevos significados a través del arte.

Probablemente en el futuro, la voluntad política y una gestión cultural moderna que fomente la búsqueda de lo nuevo y la ruptura con el continuismo, logren que haya más equipamientos culturales singulares por la apropiación de espacios en estos terrenos industriales y deteriorados. Estos terrenos que son propiedad de la Nación, y están gestionados por diferentes organismos públicos, como la demarcación de costas, las autoridades portuarias, algunos ayuntamientos y ministerios, muchos de ellos, carecen de utilidad inmobiliaria, industrial, comercial e incluso recreativa, están en zonas deterioradas por la actividad industrial, portuarios, e incluso algunas tienen problemas de contaminación en sus suelos por el vertido de escombros y otros depósitos.


Que el arte y la cultura se apropien de algunos espacios públicos, sin valor ecológico, puede resultar novedoso e incluso chocante, pero sin duda es un acto que produce riqueza y nuevas valoraciones económicas


Las experiencias que se han tenido a través de intervenciones artísticas, es una apuesta interesante que ha dado buenos resultados, y que han abordado a lo largo de los cinco continentes, mediante diferentes disciplinas y técnicas, artistas independientes y otros del movimiento Art Land como: Robert Smithson, Richard Long, Edward James, Christo & Jeanne Claude, Agustín Ibarrola, Helen Escobedo, Siah Armajani, Fernando Casas, Andy Goldsworthy y David Nash.

Metodología


Cuando se busca la intervención cultural de un territorio, de un espacio geográfico, a través de construir equipamientos, instalaciones u obras escultóricas con singularidad, podríamos postular tres vías. La vía que busca la singularidad, a través de la vertebración de las cualidades semánticas y pragmáticas que expresa el objeto, la vía que pretende renovar lo sintáctico formal de la dialéctica del concepto que hay subyacente al objeto, y por último la mezcla de ambas, lo que nos plantea tres formas diferentes de abordar un proyecto artístico o cultural singular.
Lograr la singularidad a través del objeto artístico, implica una revolución de las formas, de la materia, de las técnicas y de su relación espacial, significa romper con las inercias del pasado, enarbolando la bandera de la vanguardia, y apostar por lo nuevo.


Explorar una aportación artística conceptual singular, sondeando en los secretos de la otredad, es valorar lo desconocido, apreciar que lo ignoto es una fuente de tesoros, y buscar la valoración de lo que subyace debajo de lo trillado, es comunicar lo valioso que se esconde en el espíritu de la humanidad. Y por último la mezcla de ambas vías, es la que busca la fusión de la singularidad del objeto artístico y la del concepto artístico, explorando la sublimación de la tensión creativa, que determinadas geografías provocan en los creadores y los artistas, y que se manifiesta en una obra diseñada ex profeso, inspirada por el espacio, rescatando la sensaciones y las emociones, que ese topos inspira en el artista. La obra que un espacio concreto inspira es para ese lugar específico, sin embargo el esquema de los siete círculos está presente en muchos lugares de Europa, y desconocemos su conexión.


Encontrar esa integración entre obra y espacio, es sin duda un misterio por resolver, pero sigue siendo un reto que diferentes artistas, arquitectos y paisajistas han acometido bajo con diferentes enfoques y disciplinas, buscando la comunión emocional entre lo humano y la geografía. Que los visitantes tengan una misma percepción, sientan una misma emoción o den una misma respuesta, es quizá una tarea que se gesta en los pliegos más ocultos del inconsciente colectivo. Tal vez si colocamos al visitante ante un ejercicio de osadía espacial, de atrevimiento estético y conceptual, planteando una experiencia espacial provocadora en términos de imagen y sonido, lograríamos ese rompimiento necesario en la línea de expectativas y necesidades a satisfacer, para alcanzar lo que se podríamos llamar el rompimiento de la Gestalt.

Blur Building, es una creación del despacho de Diller Scofidio que se instaló brevemente en 2002, en el pueblo suizo de Yverdon-les-Bains.

No hay edificio, no hay contenidos, sólo es un espacio que despierta emociones. Provoca con su matriz húmeda, un homenaje al agua, que hace saltar en nuestro cuerpo los resortes ancestrales del útero protector, cuando penetramos en la invisibilidad luminosa de Blur Building, suspendido a dos metros sobre la superficie del lago. No hace falta mencionar que se cobra por entrar dentro de esta nube.

Presentación

Bosque Sonoro es una formación circular compuesta por 244 columnas de hierro, formadas en siete círculos concéntricos, tiene este nombre por sus funciones sonoras, acústicas y musicales. Es la memoria oral y sonora del visitante, es un audiorama que exclama, suena y dice cuando se le pregunta, cuando se le requiere. En el Bosque Sonoro, el público juega con el espacio y la atmósfera, deambula por entre los intersticios de la estructura circular y concéntrica de sus siete niveles, escucha y se comunica.


Son numerosas las teorías que relacionan el sonido con el espacio, hemos hecho nuestras las premisas de algunos artistas que abordaron la relación del espacio y el sonido, como el japonés Jio Shimizu: “El espacio solo existe gracias al sonido”. Es más, asegura que:"...es solo a través de los sonidos individuales existentes en el espacio que éste es percibido en si mismo" (Shimizu, 1999).


Presentación

Bosque Sonoro es una formación circular compuesta por 244 columnas de hierro, formadas en siete círculos concéntricos, tiene este nombre por sus funciones sonoras, acústicas y musicales. Es la memoria oral y sonora del visitante, es un audiorama que exclama, suena y dice cuando se le pregunta, cuando se le requiere. En el Bosque Sonoro, el público juega con el espacio y la atmósfera, deambula por entre los intersticios de la estructura circular y concéntrica de sus siete niveles, escucha y se comunica.


Son numerosas las teorías que relacionan el sonido con el espacio, hemos hecho nuestras las premisas de algunos artistas que abordaron la relación del espacio y el sonido, como el japonés Jio Shimizu: “El espacio solo existe gracias al sonido”. Es más, asegura que:"...es solo a través de los sonidos individuales existentes en el espacio que éste es percibido en si mismo" (Shimizu, 1999).


El musicólogo Giancarlo Toniutti afirma que: "Los fenómenos suceden en el espacio, y es en esta etapa en la que ellos reciben un significado de nosotros. El sonido como fenómeno es entonces parte del espacio, ya que éste tan solo puede existir en él. Podríamos pensar que el sonido es el movimiento interno de un espacio, su levantamiento en el aire…Es entonces obvio que tan solo el movimiento audible de un espacio puede recibir un significado" (Toniutti, 1999).


Nuestra proposición es realizar una intervención, que está a medias entre la escultura y la arquitectura en un espacio público. El proyecto se titula el Bosque Sonoro, y es un bosque de tuberías de hierro oxidados, que cuenta con un sistema de altavoces controlados por ordenador vía Internet. El Bosque Sonoro pasó por largo proceso de diseño que abordó las tres vías mencionadas en el capítulo anterior, busca desvelar el misterio conceptual del espacio silente y resolver el acertijo del silencio humano ante la soledad del topos, a través de posibilidad de un diálogo sonoro. En el centro del Bosque Sonoro, el Axis Mundi, se emitirá una bruma, un orbayu que hará más irreal esa atmósfera mágica de espacio matricial mágico, donde habitan los espíritus locales.


También plantea un juego de complicidades con el visitante y sus experiencias culturales, a través de la música, del sonido, de una arquitectura invisible y paradigmática, construida por la fusión entre el ordenamiento estructural de las columnas y la presencia de la bóveda virtual, ausente pero perceptible. Proponemos alterar el topos con esta arquitectura abierta y virtual, sin techos, ni paredes, invitamos a romper los paradigmas tradicionales de las salas de conciertos cerradas y ofrecer un audiorama abierto a la intemperie, invitamos a la complicidad musical, buscando la elevación espiritual del visitante.


Bosque Sonoro, es una propuesta de escultura arquitectónica sonora en un espacio público. El Bosque Sonoro está estructurado en siete círculos concéntricos de grandes columnas de acero. Nuestra inspiración, sin duda fueron aquellos antiguos monumentos megalíticos que los antiguos pueblos europeos construyeron en piedra, madera y tierra, y que sentaron la base de la cultura que hoy nos une.

El visitante, cuando penetre en esta geografía circular, se impregnará de las tensiones arquitectónicas, que establecen la geometría, la orientación, las proporciones de los siete círculos concéntricos y la distribución aritmética de las columnas pilares de una bóveda implícita y sin embargo intangible.


El Bosque Sonoro plantea al visitante la posibilidad de penetrar en una escultura sonora, donde libremente pueda impregnarse de un amplio legado musical, teniendo la opción de elegir entre una gran lista de sonidos marinos de cetáceos, gaviotas y cormoranes, ruidos de tormentas, galernas y tempestades, voces de los hombres del mar y poemas, hasta los archivos musicales de compositores e intérpretes asturianos de todos los tiempos, pasando por el archivo sonoro de las obras y las interpretaciones de los galardonados con el premio Príncipe de Asturias de las Artes.
Entre las ofertas de este archivo musical, estarán varias composiciones de Mento Hevia, compositor asturiano y director musical de Gueta en la Fonte, que ha diseñado y compuesto para el Bosque Sonoro, varias piezas musicales, de lo que el autor llama sonido dinámico envolvente.


El Bosque Sonoro invita a un viaje espiritual, que recrea la sensación de penetrar en un lugar sacralizado, en una catedral del sonido y la música al aire libre, que genera las tensiones emocionales y establece la complicidad con el inconsciente colectivo del visitante, buscando transmitir el sentido astronómico, atrapado en la atmósfera y en las proporciones de un templo cosmogónico contemporáneo.

Este proyecto pretende crear un nuevo espacio cultural en la playa de San Juan, en terrenos de la Autoridad Portuaria de Avilés, en el Municipio de Castrillón, en la comarca de Avilés. La puesta en valor de este paisaje frente al mar pasa por diseñar y producir en este espacio público una intervención escultórica y arquitectónica, que tenga una dimensión sonora esencial, utilizando para su construcción elementos industriales y metalúrgicos como tuberías de hierro. Esta escultura interactiva tiene como propósito convertirse en un contenedor de la memoria de aquellos músicos, compositores, directores e interpretes más sobresalientes.


En el justo centro de Bosque Sonoro hay una instalación, que representa el eje del mundo, el punto fundacional donde confluyen todos los radios, donde se cruzan los diámetros de los siete círculos y los cuatro puntos cardinales. Es una semiesfera cóncava llamada Axis Mundi, que representa el lugar donde lo humano armoniza con el cosmos.


Todo este conjunto forma parte de un trayecto, de un recorrido cultural y turístico, por la comarca de Avilés para el visitante nómada, que verá en este espacio la contemplación directa del mar, la navegación, el material industrial, el puerto. Bosque Sonoro será la matriz, cristalizada de esa identidad europea que nos hermana con otras culturas portuarias y marítimas.

La intervención seduce con evocaciones arquitectónicas, escultóricas y culturales, que remiten a ese eje de centralidad urbano el Axis Mundi, y la propuesta es, precisamente crear ese punto de encuentro dentro de un bosque musical, un espacio natural que ha sido degradado y que hoy puede ser recuperado. La propiedad pública de espacio, las relaciones institucionales y los ámbitos territoriales municipales, sugieren una puesta en escena de consenso y sinergia, para ello el mayor esfuerzo es vertebrar a todos en torno a la misión.

Misión

Crear en un espacio público de gran singularidad, a través de una intervención de arte en la naturaleza, creando un espacio sonoro mediante archivos musicales, que se sume a la oferta de servicios culturales y artísticos de la comarca, capaz de atraer a turistas, viajeros y visitantes. El Bosque Sonoro otorga la posibilidad de compartir en diferentes idiomas comunitarios una experiencia sensorial que hermane las identidades de los pueblos de Europa. Puede servir de homenaje a los creadores e intérpretes musicales regionales y a los que recibieron el Premio Príncipe de Asturias a las Artes. Es un espacio escultórico sonoro de referencia internacional que permitirá una programación de conciertos y audiciones de música y sonido dinámicos, donde el visitante experimentará una percepción auditiva dimensional. Podrá interactuar y elegir y se le brindará un programa amplio, que estará contenido en un banco de sonidos o archivo histórico-musical, cuyos elementos procederán de la naturaleza, la tradición oral, la literatura, la historia, la música tradicional y contemporánea. El espacio en sí mismo es un monumento homenaje a los sonidos de la naturaleza y de la humanidad.

Visión

Bosque Sonoro pretende convertirse en el referente de auditorio abierto, en la sala de conciertos interactiva donde el público pueda elegir un programa personalizado, a través de sus archivos de sonidos y música. Mediante diferentes periféricos TIC y multimedia pretende establecer comunicación con otros espacios, en una propuesta de comunicación capaz de llegar y establecer vínculos con diferentes ciudades, países e identidades culturales.

Objetivos

El fin que persigue la intervención es crear la posibilidad de comunicación entre los individuos y los grupos a través del espacio, el sonido y la imagen. La interacción del visitante con el Bosque Sonoro invita a elegir dentro de un amplio menú de posibilidades que contará con grabaciones de obras literarias en diferentes idiomas, poemas, incluso ruidos y sonidos, así como la voz y la música de las diferentes aportaciones al arte y la cultura que han forjado nuestra identidad y que forman parte del bagaje cultural de los pueblos de Europa que también se verán representados aquí.

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