JUAN MANUEL WES //LVA.
La isla de la Innovación. Cinco palabras que resumen un proyecto y que acompañarán el futuro desarrollo de Avilés. Así, con la rotundidad de quienes creen que con trabajo, constancia y esfuerzo se pueden hacer realidad proyectos y alcanzar objetivos, este periódico abría cabecera en su edición del pasado jueves para detallar los contenidos del documento que la Fundación Metrópoli contempla para el futuro de la ciudad.
Un proyecto cimentado en un urbanismo dinámico y potenciador económico con el denominador común de una ría. Elevar la vista y contemplar la otra orilla es subir hasta el desván de la memoria y abrir el baúl de los recuerdos de un tiempo pasado y de otro más reciente en lo que fue y supuso para esta ciudad y comarca la reconversión del hierro y del acero.
El cierre por demolición de dos de los tres pilares que sustentan una cabecera siderúrgica -sínter y altos hornos- dio paso a un proceso de ajuste en cuanto a puestos de trabajo a la vez que se liberaron espacios. Las que fueron instalaciones portuarias, talleres y terrenos reservados a industria quedaron libres. Estratégicamente situados a orilla de la ría, conectados a la red de ferrocarriles -Renfe y Feve-, a la general de carreteras y frente por frente del casco urbano, se abrieron al futuro. Concluida una andadura de casi cuarenta y un años --septiembre de 1957 se encendió el primer horno y julio de 1998 se apagó el último- los dos millones de metros liberados ofertaron espacios, reubicaron industrias, trajeron otras e hicieron posible que la imaginación creadora pudiera elevar a realidad proyectos como el Centro Cultural Internacional Niemeyer, cuyo arranque de obra está previsto para el mes que viene.
Centro Cultural que se ubicará geográficamente en la proximidad del antiguo muelle Sur de Ensidesa, dando fachada de poniente al cauce medio de la ría y que se valora desde la ilusión colectiva de todos los ciudadanos de que algo se mueve, de que el paso adelante en la reconfiguración de esta villa es posible y que ahora, desde el pasado miércoles, es, será, algo más porque la Isla de la Innovación así lo contempla.
En el fondo y en la forma puerto y puerta de Avilés. La mar, un puerto milenario, ha configurado su historia; puerta de la villa porque nada será igual, ni parecido, al presente. La Variante de la N-632 se transformará en el eje vial que canalice el tráfico de entrada/salida a la ciudad a partir de Los Canapés para quienes utilicen la 'Y'. El entorno de la carretera de Gijón, el degradado de Divina Pastora, viejo Matadero, área y aledaños de la vieja estación del Carreño y plaza de los Oficios darán paso a una nueva configuración urbanística y de servicios, estación intermodal incluida, y que sumarán proyectos a los contenidos en los seis pilares de transformación urbana que se nos anuncia: Centro Cultural Oscar Niemeyer, Palacio de América, Parque Galería, Lofts, Cubos de la Innovación y Puerto Deportivo. El primero en fase de inmediato inicio de obras y los otros cinco como impactante novedad, incluido un nuevo canal entre la dársena de San Agustín y el cauce alto, y que la Fundación Metrópoli aporta para la margen derecha de la ría.
Si a todo esto se une la transformación del eje vial de la calle de El Muelle y avenida de Lugo en bulevar libre de tráfico y reformado en lo que es impacto negativo de la vías de Renfe y Feve, estamos ante un Avilés que en nada se parece al actual. Imaginable desde el punto de vista de aquellos que desean lo mejor para su pueblo, también lejano a la hora de palpar la realidad y complicado en la valoración de coste económico. Cierto uno y otro. Cierto también que estamos ante un plan director. Sin cifras, pero posible. Un proyecto de esta envergadura se visiona a largo plazo y se desarrolla, porque no hay otra forma posible, a partir del compromiso.
No se puede decir que es cosa de unas siglas políticas determinadas. Es de todos, en la validación de una democracia que se fundamente en la alternancia a la hora de asumir responsabilidades de gobierno. Ayuntamiento, Autoridad Portuaria, Principado, Infoinvest, Fundación Metrópoli, Sogepsa y Fundación Oscar Niemeyer están unidas en ese intento.
La transformación urbana de Avilés es posible. Se necesitan recursos económicos, tiempo y voluntad de hacer realidad los proyectos. Avilés, ciudad del agua, al igual que Estocolmo, San Pestesburgo, Londres o Brujas, por poner cuatro ejemplos próximos, está en tiempo de desbordar ilusión. Llegó la hora de remangarse y ponerse a trabajar.
El proyecto parece de ciencia ficcion.Y mas en esta Aviles castigada que esta alnivel delafelgeray mieres en los años 80.De momento Aviles no esta acondicionada a nivel servicios para un proyecto aun mayor que el del propio centro.Ojala no sea mas que una equivocada opinion y cuando el centro este creado se produzca una transformacion brutal.De todas formas ,si se supone que va a crearse primero el espacio original diseñado por le arquitecto no se si pegarse mas de 5 años rodeandolo de obras y calles levantadas va a ser muy productivo.Me da la impresion que si no se gestiona todo muy bien en cuanto a plazos y obras puede convertirse este proyecto en una horrible muralla que eclipse el museo y prolonge el cuento de la lechera por un buen puñado de años mas.Espero equivocarme.De todas formas el proyecto del museo ya es un plato que aun no hemos empezado ni a digerirlo.Paciencia con estas cosas.Aun la trasformacion debe llegar a nivel cultural y social dentro de nuestra propia ciudad.
ResponderEliminarPropongo tambien al ilustrador Solis,autor de hstoria de aviles,como un futuro colaborador dentro de algun proyecto de la asociacion.Recuerdo de cuando era un guaje su emblematico tomo y la importancia que tenia para nosotros por la calidad y la cercania de sus documentos e ilustraciones.Un nuevo trabajo sobre la gran transformacion que se avecina y su museo, seria una pieza digna de invertir en ella.