viernes, 18 de marzo de 2011

El Centro Niemeyer y la participación ciudadana


El día 25 se inaugura el Centro Niemeyer, y es una fecha que estuvimos esperando durante años los habitantes de esta comarca. Una fecha que quedará grabada a fuego en el imaginario colectivo de la gente de Avilés. No está nada mal, con sus polémicas, sus luces y sus sombras, el Centro Niemeyer abrrirá al fin sus puertas y la verdad es que se ve esplendido. Quedan atrás años de lucha y de reclamación para que Avilés tuviera un equipamiento singular. Argumentos no nos faltaron para solicitar al gobierno este esfuerzo. Era una compensación justa por la reconversión industrial de Ensidesa, que hizo sufrir a la ciudad una de sus peores crisis económicas. Además en Avilés y su comarca, salvo el Museo de las Anclas en Castrillón y el Museo Marítimo de Luanco, no existía ningún equipamiento cultural de titularidad pública de cierta importancia. Y aunque desde hace unos años contábamos con el Museo Alfercan de instrumentos musicales y vehículos de época, fundado gracias a la iniciativa y al esfuerzo filantrópico de los hermanos Campelo, la comarca no tenía un sólo museo en la ciudad de Avilés. Aún hoy el Museo de la Ciudad se encuentra en estado larvario. Por eso era tan necesario e importante para todos desarrollar un proyecto tan ilusionante y en un periodo de tiempo tan corto, como el del Centro Niemeyer. Avilés había esperando demasiado. Por eso la ciudadanía se había lanzado a la calle a principios del siglo XXI, en una manifestación frente al Ayuntamiento de Avilés para solicitar un equipamiento cultural para la ciudad. De aquellos polvos vienen ahora estos lodos, y los lodos no son necesariamente malos, al contrario hoy son elementos muy apreciados en los tratamientos más sofisticados y exclusivos de los SPA.

Todo se empezó a fraguar en el 2003 cuando la Consejería de Cultura anunció el concurso público para redactar el plan director de un centro cultural internacional de Avilés. Aquello caminaba y Avilés tendría al fín un centro cultural de proyección internacional. Luego y a raíz de unos viajes y contactos que organizó la Fundación de los Premios Principe de Asturias que llevó a cabo Natalio Grueso para conmemorar los XXV años de los Premios Príncipe de Asturias, uno de los premiados, el arquitecto brasileño Óscar Niemeyer, ofreció el diseño de un edificio para aquella conmemoración. Políticos y técnicos culturales ven ideal que el proyecto se ubique en Avilés y funden todas las ideas previas en este crisol llamado Centro Niemeyer. Después de que está noticia cayera como una lluvia redentora en Avilés y como bomba incendiaria en el despacho del alcalde de Oviedo, como todos recordaréis, se empezaron las gestiones para su construcción y los ataques contra el proyecto. Un grupo de ciudadanas y ciudadanos de Avilés nos unimos para participar apoyando el proyecto y defendiéndolo de los ataques injustificados. Así nació un 2 de febrero el 2007, ACCIÓN. Eramos y seguimos siendo una asociación cultural de participación ciudadana y eso significa que somos independientes, que nadie nos tira línea, no somos profesionales de la cultura, ni incondicionales de nadie y sólo seguimos fieles a nuestros estatutos fundacionales en la defensa del proyecto del Centro Niemeyer y en la dinamización del territorio. De hecho nuestra inspiración fue la asociación de Amigos del Jardín Botánico de Gijón, que lleva unida su existencia a la del jardín botánico incluso antes de que este se inaugurase. Juntos y por separado, amigos y jardín, realizan conferencias y otras actividades, que difunden, valoran y apoyan la cultura relacionada con la botánica, la ecología, la salud y la sostenibilidad. ACCIÓN, al margen de las profesiones de sus asociadas, la formamos personas normales y corrientes, habitantes de un territorio que quieren ser parte de los procesos de socialización, integración y de identidad, sin exclusiones. Y por si alguien se pregunta por qué queremos participar siendo personas tan ordinarias, le respondo que queremos participar porque asiste el derecho a hacerlo, porque no somos sólo consumidores de cultura, nosotros somos parte de ella, formamos una misma substancia cultural. Queremos participar porque el Centro Niemeyer es un proyecto público, realizado con fondos del erario de un gobierno autonómico que elegimos democráticamente para que ejerza, sin exclusiones, una gestión indiscriminada del servicio público. Queremos participar porque la participación es consustancial al ejercicio de la libertad. Queremos participar como lo hacen otras organizaciones similares a la nuestra, en torno a centros y equipamientos públicos, que los apoyan y ayudan en su creación, función y desarrollo. No sabemos qué nos depara el futuro y sabemos que sólo con la esperanza de participar no se puede vivir, pero sin esa esperanza tampoco.

1 comentario:

  1. Me gustaría que el centro Niemeyer sea un centro, donde todos los ciudadanos podamos optar a la cultura y no los cuatro dirigente que hacen de este lugar otro centro de elitismo más, yo soy pobre, pero no por ello, soy inculta y lo digo en estos momentos en que no es muy clara la situación en que se encuentra dicho centro sé de buena fe que algunos dirigente sólo quieren el lugar como trampolín para vender sus cuadros y sus esculturas.

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