jueves, 27 de octubre de 2011

FEITO[en estado puro]




La de Luis Feito ha sido una trayectoria construida en torno a una concepción pura del arte. Arte como inmanencia del ser. Pintura como esencia que se manifiesta en su existencia a través del cuadro. Pintura pura que no tiene por que decir nada, nada específico, sólo existir. Porque cuando hablamos de una poética de lo informal como típica de la pintura contemporánea implica una generalización: “informal” como categoría crítica, se convierte en una calificación de una tendencia general de la cultura de un período. Así la categoría de informal entra bajo la definición más amplia de poética de la obra abierta. Obra abierta como proposición de un abanico de posibilidades interpretativas, como configuración de estímulos dotados de una sustancial indeterminación, de modo que el espectador se vea inducido a una serie de lecturas siempre variables.

Una obra que evita ser mediada por la reflexión intelectual y que, por supuesto, se ha mantenido ajena a todo tipo de servilismos de la moda o el mercado. Alejada de cualquier compromiso de ilustración o intencionalidad política...ya que cualquier obra pintada con esa finalidad está sujeta a una vigencia dependiente de la contingencia política del momento.

Feito ha sabido a lo largo de su ya más que dilatada carrera mantenerse al margen de cualquier tentación acomodaticia proveniente del mercado del arte...ha seguido haciendo aquello que sabe hacer: pintar. Ha trabajado todos estos años con una concepción clásica, sin innovaciones estridentes,sin saltos bruscos, sin rupturas sospechosas con su trayectoria y su estilo, rupturas que obedecen, como todos sabemos, a intereses ajenos al arte, dejando fluir en sus obras ese fuego sagrado que lleva dentro. A veces cosmos y a veces caos, apolíneo o dionisíaco, pero siempre con una geometría más o menos afirmada en cada obra. Obras resueltas con una tremenda economía cromática...muy poco color y colores que dependen de la etapa. Obras en las que no falta nada, pero tampoco les sobra nada, una austeridad que en ocasiones llega a mostrarse en la aparición de la tela desnuda...

Feito ha trabajado siempre del modo más directo y simple posible, dejando sobre las telas lo que sale de su interior, de su espíritu... Feito en estado puro.


Alfonso Pire,

Licenciado en Filología Anglo-Germánica

Filosofía y Antropología

Socio de ACCIÓN

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